
Existe inquietud sobre la probabilidad de un escenario de recesión.
¿Qué es este fenómeno? ¿Estamos cerca de que ocurra?
“El problema de nuestros tiempos es que el futuro ya no es lo que era.”
Paul Valéry
¿Es inminente una recesión?
En tiempos recientes escuchamos con frecuencia la palabra “recesión”. Con aprensión y mayormente con convicción, los analistas declaran que estamos en franco camino y sustentan sus argumentos en el crecimiento de la inflación, la contracción del PIB y el desempeño del empleo.
Con base en la situación actual en los Estados Unidos, algunos afirman que, de hecho, la recesión en dicho país ya está en curso. Sustentan su valoración en las dos caídas recientes del PIB real de (-) 1.6 por ciento en el primer trimestre de este año y de (-) 0.6 por ciento durante el segundo, de acuerdo con datos del Bureau of Economic Analysis. En lo que respecta a la inflación, medida con el Índice de precios al consumidor o el deflactor implícito del PIB se observa una reducción entre el segundo y el tercer trimestre de este año. Y para el caso del empleo, el país alcanzó en julio niveles récord desde febrero de 2020 antes que se forzara el Gran Confinamiento. Dichos signos hoy no indican que Estados Unidos esté en recesión.
Por su parte, ¿los indicadores para México arrojan evidencia o proximidad de una recesión? Recordemos que el año pasado se esperaba una estanflación. Dicho escenario ya no está contemplado. Si utilizáramos una analogía podemos decir que el huracán degradó a tormenta tropical y que pasó de una estanflación a una recesión. Por definición, esta última ocurre cuando el crecimiento se reduce y el empleo también.
En el análisis del crecimiento y sus expectativas, el Banco de México estima una tasa de 2.2 por ciento para 2022 y de 1.6 por ciento para 2023; y la inflación la calcula en 8.1 por ciento al cierre del año. Nuestras estimaciones para 2022 y 2023 en Vizcarra Consultores MX son las siguientes:


¿Cómo van los indicadores de corto plazo?
El Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) nos muestra cómo se desempeña el sector real de la economía en el corto plazo. Los últimos datos muestran que la actividad creció de manera importante durante el 4T 2021, pero descendió durante el 1T 2022. No obstante, se recuperó para el 2T 2022 y en mayo alcanzó un punto máximo. Conforme a su comportamiento cíclico, esperamos que se reduzca durante el 3T 2022 y crezca moderadamente para el último trimestre de 2022. En este sentido, la actividad económica no muestra un descenso sustantivo sino más bien apegado al ciclo económico, lo cual, no es síntoma de una recesión.

Por su parte y en coherencia con la misma sintomatología, en el segundo trimestre de 2022 el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.9 por ciento a tasa trimestral; y si lo comparamos con el mismo trimestre pero de 2021 creció 1.9 por ciento en términos reales.
Otro factor de inquietud es el crecimiento generalizado de la inflación en todo el mundo. No existe un consenso sobre cuáles son exactamente las causantes de este episodio histórico. Muchos analistas la deben a la guerra entre Rusia y Ucrania y a la subsecuente expectativa del aumento en el precio de los suministros energéticos y una distribución comprometida, especialmente de gas natural frente a los recientes atentados a la infraestructura rusa. En todo caso, este es el escenario para Europa.
En México, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 0.62 por ciento entre agosto y septiembre y la inflación anual se ubicó en 8.70 por ciento, sin cambios entre la registrada el mes anterior. Los precios de los productos agropecuarios aumentaron 1.51 por ciento y los de Energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno retrocedieron (-) 0.42 por ciento.
Como puede observarse, ahora no son los combustibles los que estén presionando los precios generales al alza en México. El pronóstico de inflación de Vizcarra Consultores MX es que la tendencia alcista se estabilice durante el último trimestre de este año para cerrar en un 8.7 por ciento anual.

El último elemento que se considera como ingrediente para una recesión es el desempeño del empleo. En nuestro país la tasa de desocupación está disminuyendo de manera sostenida, lo que contraviene la condición necesaria para un freno a la dinámica económica. La gráfica a continuación muestra cómo desde septiembre de 2021 y hasta julio de este año, el indicador mantiene una tendencia a la baja. Por tanto, en este momento, no hay indicios de que el empleo esté cayendo sino más bien de que el porcentaje de la población en edad de trabajar y que no encuentra trabajo se está reduciendo.

Para cerrar, otro factor preferido por los analistas es el referente a la inversión, la cual por supuesto está vinculada directamente con el crecimiento. La Formación bruta de capital fijo o Inversión fija bruta, de acuerdo con la definición del INEGI, la integran los bienes utilizados en el proceso productivo. Este indicador muestra cómo una gran parte del nuevo valor agregado bruto en la economía se invierte, en lugar de ser consumido. La gráfica a continuación muestra una clara tendencia a la alza desde agosto del año pasado. Por tanto, dicho comportamiento no va acorde a la percepción popular de que la inversión en México esté cayendo.

La evidencia estadística no tiene discusión. Así que, ¿estamos en recesión o en camino evidente hacia una? Los indicadores hoy, señalan que no.
